Es bajo esta luz como primero contemplamos a las antiguas civilizaciones. Sumerios. En algunos de los más antiguos documentos del mundo, encontrados en la

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Unidad 1 Orígenes del pensamiento administrativo fiSi consideramos la reserva con que se rodea todo buen empresario forzado por la competencia, podemos fácilmente comprender la insuficiencia en el claro registro de las ideas que el hombre antiguo podría tener sobre la práctica de la administración. Reconstruir la evolución del pensamiento administrativo examinando los registros históricos, es por su magnitud una tarea difícil y opresiva para nosotros. Si somos diligentes en nuestra investigación, aunque el sendero no sea claro ni preciso, encontraremos evidencias de rutas marcadas por viajeros anteriores.fl

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LA ADMINISTRACIÓN EN LAS ANTIGUAS CIVILIZACIONES La administración, a pesar de su im portancia para el hombre, es una de las más ubicuas y difusas funciones en toda las sociedades, encontrándose en los hogares, iglesias, gobierno y empresas ec onómicas de todos los pueblos. Es y siempre ha sido una poderosa herramienta de los líderes. De hecho, todos los líderes verdaderamente importantes de la historia fueron adminis tradores, ora administrando países, ora conduciendo exploraciones y guerra s, manejando en fin las empresas de otros hombres. La administración, desde una posición casi desconocida en 1900, ha llegado a ser la actividad central de nuestra époc a y economía -una fuerza innovadora y poderosa en la cual se apoya el bienes tar material y nacional de nuestra sociedad-. La administración es si multáneamente determinante de nuestro progreso económico, empl eadora de nuestros técnicos, atesoradora de nuestros recursos, guía para nuestro gobierno efectivo, la fuerza para nuestra defensa nacional y la formadora de nuestra soci edad. Es el núcleo central tanto de nuestras actividades nacionales como pers onales, y el modo en que manejamos a nuestras instituciones y a nosotros mismos re fleja con nítida claridad lo que nosotros y nuestra sociedad seremos. Aunque podemos reconocer la importancia de la administración para nuestro bienestar y desarrollo, es difícil reconstruir su historia. Los anales de las primitivas empresas del hombre, si los hay, son v agos y frecuentemente incompletos: unos pedazos de cerámica con inscripciones , una pintura sobre los muros de una cueva o sobre una piel semidestruí da. Por otra parte, la interpretación de esos hallazgos es tan problemática como el descubrirlos. Además en las antiguas civilizaciones, al no reconocer la práctica de la administración como una función trascendente, dio como resultado escasez de referencias. Cuando a esas dificultades agregamos la reserva con que se rodea todo buen empresario forzado por la competencia, podemos fácilmente comprender la insuficiencia en el claro registro de la s ideas que el hombre antiguo podría tener sobre la práctica de la administración. Reconstruir la evolución del pensamiento administrativo examinando los registros históricos, es por su magnitud una tarea difícil y opresiva para nosotros. Si somo s diligentes en nuestra investigación, aunque el sendero no sea claro ni preciso, encontraremos evidencia de rutas marcadas por viajeros anteriores. ERA PREHISTÓRICA

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El punto de partida de esta investigac ión, cercanamente posterior a la retirada de los glaciares hacia el norte -la última- edad glacial importante es fechada alrededor de 10,000 a 9000 a. de J.C. 1 coincidió con la desaparición gradual de las grandes manadas de animales herbívoros que fueron remplazados por otros más ágiles y dispersos. La adaptación a esas condiciones produjo las denominadas culturas mesolíticos. Los hombres devinieron recolectores, viviendo de la ca za, de la pesca y recogiendo frutas y nueces. Fue en este tiempo cuando grupos familiares al principio y más tarde tribus enteras unieron sus esfuerzos para auxilia rse mutuamente en la cacería y en la defensa contra los enemigos. Poco se c onoce, sin embargo, acerca de esos hombres verdaderamente prim itivos. Todo lo que dejaron se reduce a unos cuantos huesos, restos de fogatas, herrami entas sencillas y algunos dibujos en los muros de las cuevas. Como consecuencia, sólo conjeturas pueden darse acerca del modo por el cual, la humanidad aprendi ó y se desarrolló. Eventualmente, por supuesto, las culturas mesolíticas f ueron, en la mayoría de las regiones, remplazadas por culturas que al emplear una agricultura rudimentaria y la domesticación dé animales, proporcionaron una importantísima contribución a la producción y conservación de bienes. Frecuentemente suponemos en nuestra edad atómica, de viajes espaciales y satélites artificiales, que el hombre primitivo y su sociedad de hace 10,000 años disfrutó precariamente de le yes, gobierno, educación y adm inistración. En muchos aspectos, sin embargo, es a sociedad probablemente fue tan compleja como la actual. Tuvo sus códigos de comportamiento en los negocios, reglas acerca del papel de los padres, castigos para los de lincuentes, ritos religiosos, buenas maneras y otras disposiciones de este tipo. Pero más importante aún fue la comprensión de la necesidad tanto de una autoridad como de un sistema de administración. Los jóvenes de la tribu seguramente crecieron v enerando y temiendo con justa causa al «anciano» o líder: él sobrevivió y envejeció debido a su astucia y sabiduría. Quizá, aprendiendo de él, ellos también pudieran hacerlo; de ahí la fuente de autoridad y la veneración por el anciano. Con el advenimiento de las prácticas agr ícolas, el hombre cesó de vagar por el campo cazando y recolectando, llegando con ello a la existencia sedentaria y a la génesis de las pequeñas villas. Con esa agregación de pueblos en comuni dades surgió la necesidad de un método elemental para manejar los negocios comunes del grupo; co mo se podría esperar este brote de administración recayó en la astucia, vi gilancia, prudencia y sagacidad. A medida que esas pequeñas villas crecieron y la civilización se desplegó, los administradores también crecier on y se desenvolvieron, llegando a ser sacerdotes, reyes, ministros y ac umulando riqueza y poder en sus sociedades, aún antes de haber sido ideadas las estructu ras sociales, políticas y militares altamente organizadas. Los problemas típ icos para estos administradores de las 1 James Mellaart. Earliest Civilizations of the Near East (London: Thames and Hudson, 1965), pág. 11.

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primitivas sociedades prominentes, fueron seguramente de tributación, utilización eficiente de recursos, división del trabajo, arreglos y acuerdos comerciales y la conducción de la guerra y de la paz. CIVILIZACIONES ANTIGUAS Los orígenes de algunos de los así lla mados conceptos y prácticas de administración moderna fácilmente se de scubren en la antigüedad. El famoso legislador bíblico, Salomón, dirigió el establecimiento de elaborados acuerdos comerciales, manejó proyectos de cons trucción y formó tratados de paz en el siglo x a. de J.C. Sin embargo, antes de la ex istencia de legisladores como Salomón, surgió la necesidad de un método, de un sistema, para gobernar y administrar al pueblo. Muchos legisladores antiguos emplearon a sus servidores de confianza para llevar a cabo sus deseos, dando a tales servidores la autoridad suficiente para actuar en su lugar. Colectivamente entonces, esos servidores llegaron a ser el consejo o junta de consultores para los jefes. En la medida en que su poder y reputación creció, muchos de esos jefe s asumieron en sus tribus, posiciones teocráticas. Tanto temporal como espiritualmente fueron líderes del pueblo; para dirigirlo establecieron tabús y reglas de conducta. A trav és de su posición espiritual, usaron el temor a lo sobrenat ural así como el temor al ridículo secular, para asegurar la obediencia a sus normas. Es bajo esta luz como primero contemplamos a las antiguas civilizaciones. Sumerios En algunos de los más antiguos doc umentos del mundo, encontrados en la civilización sumeria de hace cinc o mil años, hay evidencias de prácticas de control administrativo 2. Los sacerdotes de los templos sumerios a través de su vasto sistema tributario recogieron y administraron considerables cantidades de bienes materiales, incluyendo hatos , rebaños, rentas y propi edades. Siendo humanos, se exigió a tales sacerdot es rendir cuenta de su gestión a su superior -una práctica de control admin istrativo-. Sin embargo, dada la magnitud y variedad de la riqueza amasada, los sacerdotes se encontraron, en esta tarea, con problemas sin precedentes en la historia humana. Para rendir c uentas de las deudas pagadas, transacciones consumadas, etc., no podían confiar en la memoria, ni tampoco descansar en medios pr imitivos, como las muescas en maderas, comúnmente usados por individuos particu lares para indicar que sus deudas han sido pagadas. De este modo los sacerdotes sumeri os se vieron envueltos en el manejo de la riqueza y operaciones de un negocio u organización religiosa que siendo inmortal, usaba los métodos del hombre mort al. Este aspecto mortal del hombre aumentó la complejidad, ya que en caso de defunción de un sacerdote, había de establecerse algún sistema de control adm inistrativo para asegurar, por ejemplo, 2 V. G. Childe, Man Makes Himself (New York: The New American Library, 1951), página 143.

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que un préstamo sería pagado y que su m onto al así hacerlo sería precis ado por el sucesor del sacerdote-administrador. Al hacerlo así, los sacerdotes sumerios desarrollaron un sistema de escritura o registro de datos, de todas las transacciones sentadas en cuenta por los numerosos sace rdotes en las vastas posesiones de la «corporación» religiosa. Debido a que esto s pueblos sumerios reconocieron la necesidad de este control administrativ o, no es sorprendente que los documentos escritos más antiguos del mundo sean las cuentas de sus inventarios de hace cinco mil años. Es muy probable que las necesi dades administrativas de esta antigua civilización hayan conducido a la invención de la escritura sumeria 3. El estímulo, por supuesto, fue económico; y aunque desarrollado por los sacerdotes, el primer uso de la escritura fue con propósit os de control administrativo y no para fines litúrgicos. Muy cercano al desarrollo sumerio vino el surgimiento de Egipto, con su arquitectura, su gobierno y sus escrit os, dejando evidencias ulteriores del desarrollo administrativo. Egipto Construcciones. La construcción de las pirámides con una tecnología que bajo los patrones modernos podría c onsiderarse como primitiva, nos proporciona un mudo testimonio de las habilidades administrativas y de organización del anti guo Egipto – 5000 a 525 a. de J.C.-. Por ejemplo, la gran pirá mide de Cheops, cubre trece acres* y contiene 2.300.000 bloques de piedra pesando c ada una un promedio de una y media a dos toneladas **. Se ha estimado que su construcción requi rió el trabajo, durante veinte años, de más de cien mil hombres. En nuestros días esto significaría manejar y dirigir los esfuerzos de una ciudad con igual número de habitantes y por un perí odo semejante, ¡verdaderamente una tarea administrativa de proporciones masivas! Cuando consideramos la planificación, organización y control que se han debido ejercer en esta empresa, es tá claro que los conceptos y técnicas administrativas que conocemos no nacieron en el siglo xx. Tr astornan la imaginación los problemas incidentales de alimentación, transport e y habitación anejos a tal multitud. La planificación administrativa de cuántas piedras, de qué tamaño, de dónde serían extraídas y cuándo, requirieron la pr áctica de lo que hoy podría denominarse planificación a largo plazo. La explotación de la cantera, por ejemplo, se haría durante el invierno y la primavera, marcándose cada piedra tanto para señalar claramente el lado de arriba, como para indicar que está lista para removerse al l ugar de la tumba real. Para reducir los altos costos de transporte, éste se haría durante la inundación anual del Nilo, y finalmente, todos los bloques serían labrados y cada l ado numerado antes de ser colocados en su posición. Este l aboreo de canteras y su 3 3 Ibíd., pág. 145. * N. del T. El acre es una medida inglesa de superficie igual a 0,40469 hectárea. ** N del T. En el original Ton: medida inglesa equivalente a 2000 libras. Una libra equivale a 0,45359 kg.

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movimiento hacia las tumbas nos proporci ona una excelente ilustración del sistema de organización egipcio. Debido a que el Nilo proporcionó un conv eniente medio de transporte, la ubicación de las minas se escogió en su s proximidades. Sin embargo, Hammamat, una de las minas más explotadas, estaba a dos o tres días jornada del Nilo, por lo cual, completar el trabajo y transportar las provisiones requirieron cientos de hombres y animales 4. Durante el Nuevo Imperio bajo el reinado de Ramses IV, se verificó en estilo regio una expedición a las minas de cantera de Hammamat. Aunque la expedición se efectuó bajo el liderazgo del Gran Sace rdote de Amon (ya que los monumentos eran para un dios) y otros servidores del Re y, ninguno de ellos hizo una contribución importante. Los hombres efectivamente res ponsabl es fueron oficiales militares, ya que los trabajos de esta naturaleza recaían frec uentemente sobre el ejército. Los jefes de esta expedición fueron 110 oficiales de c ada rango, 50 oficiales civiles y eclesiásticos, 130 canteros, 2 pintores y 4 gr abadores. El transporte se hizo por 5000 soldados comunes, 200 miembros de la corte del rey, 800 bárbaros y 2000 servidores del templo. En conjunt o, la expedición agrupó 8368 hombres5. Utilizando masas de trabajo organizado, los egipcios fueron capaces de completar tareas que nos dejan atónitos . Aunque su sistema de organiz ación puede parecernos bromoso, engorroso y aún con desperdicios, r ealmente no te nían razones para ahorrar trabajo, ya que campesinos , mercenarios y esclavos estaban disponibles siempre con sólo solicitarlo s. Su mérito radica en que fueron c apaces de hacer su tarea con los recursos disponibl es, y los restos de sus construcciones claramente indican la efectividad y complejidad de su administración. Escritos. Además de su arquitectura se enc uentran en la literatura egipcia muchos aspectos del pensamiento adminis trativo, frecuentemente planteado como consejo del padre a su hijo. El libro de instrucción de Ptah-hotep se supone que se compuso por un visir del rey Issi alrededor de 2700 a. de J.C., aunque la validez de esta atribución es dudosa. Sin embargo, es un trabajo muy antiguo ya reeditado en 2000 a. de J.C. o como mucho en 1500 a. de J.C., y que fue utilizado en las escuelas 6. Como ejemplo de lo que el libro contiene, la instrucción de Ptah-hotep a su hijo dice: Si eres un jefe que maneja los asunt os de la multitud, busca por ti mismo cada acción benéfica, hasta que el asunto quede libre de injusticia. Maat (traducido como or den o verdad) es grande y su efectividad es permanente. La injusticia jamás lleva su empresa hasta su término. Si se te formula una petición, escucha con calma lo que el peticionario tenga que decirte no le repliques antes de que él hay a vaciado su alma o antes de que te haya 4Adolf Erman, Life in Ancient Egypt, trad. del alemán por Helen M. Tirard (London: Macmillam & Co., Ltd., 1894), pág. 472. 5 Ibíd., pág. 475. 6 Adolf Erman, The Literature of the Ancient Egyptians, trand. Aylward M. Blackman (New York: E. P. Dutton & Co., Inc., 1927), págs. 55-60.

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La salida de todos los que salen de la ca sa del rey será a él notificada y la entrada de todos los que entran en la casa del rey será a él notificada. El capataz de cientos y el capataz de (palabra no traducida) * notificarán a él sus negocios. Después, él entrará en consejo sobr e los negocios del rey, y ahí cada día en su casa le serán notificados los negocios de las dos tierras. (Sic.) El es quien hace entrar a los oficiales del distrito: él es quien los hace salir; ellos le notifican los negocios de su distrito. Pondrá cada petición por escrito, no per mitiéndola oralmente. Cada peticiona- rio se le notificará al rey, después lo pondrá por escrito. Le notificarán a él todo lo que entre ellos suceda en el primer día de cada estación de cuatro meses; de eso, en su s manos junto con su consejo local, le traerán el escrito. Cada oficina de la primera a la última tiene su origen en la sala del visir para tomar consejo con él. Inspección de cada arte (palabra no traduc ida) **, a fin de motivar a cada hombre a conocer su deber de acuerdo con la estipulación de cada asunto 10. Estas son las reglas o principi os operativos de administración usados por los egipcio s en su antigua civ ilización. Como consejos, esos principios fácilmente podrían ser aplicados a muchos usos gubernamentales en el presente Gobierno. El estudio del gobierno egipcio a través de los períodos del Viejo Imperio, Imperio Medio y Nuevo Imperio, nos provee con ilustraciones de su reconocimiento del principio de control como una operación extendida a trav és de una organización centralizada. Primero establecieron en su imperio una forma vagamente descentralizada de gobierno. Del 2160 a 1788 a. de J.C. el gobierno fue tan altamente descentralizado que la co misión de impuestos fue la única atadura real entre el gobierno central y los subestados. El jefe de cada uno de esos estados debía, por supuesto, l ealtad al faraón. El control, sin embargo, fue tan remoto, que esos estados podrían fácilmente ser comparados con los est ados feudales de la hist oria medieval europea 11. Reconociendo que este tipo de control resultaba una pérdida de ingresos y control, los legisladores del período del Nuevo Imperio, 10 J H. Breasted, Ancient Records of Egypt (Chicago: University of Chicago Press, 1906), págs. 269, 274, 277-78 y 291. 11 Ibíd., pág. 157. * N. del T. Así en el original inglés. ** ídem.

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comenzando alrededor del 1600 a. de J.C., iniciaron una recentralización por medio de la ocupación militar 12. De este modo los oficia les del ejército ocuparon posiciones administrativas y reor ganizaron el gobierno central. Esta centralización puso el total del territorio en manos de los oficiales reales con el faraón a la cabeza. La autoridad descansó en el faraón, quien delegó autoridad local a los territorios a través de gobernadores o co rregidores nombrados por el gobierno central. Los nuevos gobernadores no actuar on independientemente como lo hicieron los del Antiguo Reino, sólo aplicaron las directivas del faraón. El ejército mantenido por el gobierno central recolect aba los tributos. Para su ay uda, el faraón tenía un primer ministro quien realmente tomó parte en la administración del estado, haciendo frecuentes inspecciones de los territorios 13. De este modo, los egipcios claramente reconocieron (¡cerca de mil años después!) que las posesiones dispersas, requiriendo de un gobierno descentralizado, só lo sería una forma de organización administrativa eficaz, si se establecían controles centrales efectivos. Más tarde durante el Nuevo Imperio (1530-1050 a. de J.C.) los gobiernos provinciales del Antiguo Imperio desaparecier on completamente y el poder real lo fue también titularmente. La centralización del gobierno fue completada durante la regla de los hyksos, quienes expulsaron a los inva sores extranjeros de las provincias y asumieron control absoluto . Con eso, el rey 14se adueñó de toda la propi edad en Egipto, recaudando del país una renta anual, usualmente 20 por 100, y en forma de grano. Si el control vía registros y papeleo es la mejor señal de una civilización avanzada, los egipcios del Nuevo Imperio podrían ser considerados verdaderamente civilizados. Detallados registros mantuvieron ocupados a sus escribanos. En sus negocios y asuntos de gobierno, guardaron doc umentos para mostrar exactamente cuánto se recibía, de quién y cuándo, con det alles de cómo era us ado. Nada se hizo en el gobierno sin apoyo documental. El sigui ente extracto de una carta comercial sugiere la inclinación de los antiguos egipcios por la documentación: Esto que te escribo, puede servir como un testimonio -entre nosotros, y tú debes guardar esta carta, que en el futuro puede servir como un testimonio 15. Los egipcios también reconocieron la importancia de la especialización en la organización total, como se indica en sus leyes, estableciendo que ningún negociante podría continuar en cualquier actividad salvo aquella transmitida por sus padres. Cada actividad quedó así continuamente sujeta a competencia conformando su propio tipo. Los mercaderes fueron tamb ién exceptuados de participar en asuntos políticos, por cuanto podría distraerlos en detrimento de sus obligaciones primarias 16 12 Ibíd., pág. 233. 13 Ibíd., págs. 231-45. 14 Erman, Life in Ancient Egypt, pág. 102. ‘s Ibíd., págs. 112-13. 15 Ibíd., págs. 112-13. 16 Sir Gardner Wilkinson, Manners and Customs of Ancient Egyptians, 2.a ed. (London: John Murray [Publishers] Ltd., 1842), pág. 8.

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La región del Nilo, sin embargo, ano f ue la única en desarrollar altos niveles de civilización durante este período. El imperio babilónico desarrollado a lo largo del Tigris y del Eúfrates ta mbién nos ofrece muchos ejemplos de prácticas administrativas tempranas. Babilonia Bajo Hammurabi, rey de Babilonia, la s ciudades a lo largo del valle fueron forzadas a unirse para mantener la paz, promulgando leyes que regulaban la propiedad personal, bienes raíces, comercio y negocios, la fam ilia y el trabajo. Virtualmente todas las leyes que nos llegar on de la civilización babilónica son de naturaleza mercantil tratando temas tales como ventas, préstamos, contratos, sociedades, acuerdos y pagarés. Como se podría esperar de esta av anzada civilización, sus transacciones mercantiles fueron abundantemente documentadas sobre tablillas como un me- dio de control. En ellas encontramos uno de los primeros reconocimientos del principio sobre la no delegación de la responsabilidad. Esto se ilustra en una carta del rey asignando diez hombres par a trabajar en la construcción de un canal. En la carta se hace saber que si la obra no fuera adecuadamente acabada, sería el supervisor y no lo s subordinados, quién sería castigado 17. Se opina que el más antiguo código conocido y que precede al de Hammurabi en más de 150 años, es el Código Akkadian de Eshnunna, con sus regulaciones de precios y penalidades criminales. Hammurabi. Probablemente, sin embar go, la contribución más significativa de los babilonios al pensamiento adminis trativo, fue el Código de Hammurabi, vigente durante el período ent re el 2000 y 1700 a. de J.C. Este Código, como el Código Akkadian, es uno de los más antiguos códigos l egales conocidos en el mundo y nos ofrece perspicazment e penetrar en su pensamiento sobre la administración. Los siguientes extractos son ilustrativos. Sobre salarios mínimos: Si un hombre contrata a un agricultor, le pagará 8 gus de granos por año18. Sobre control: Si un hombre entrega a otro plata, oro, o cualquier cosa en depósito, cualquiera que sea la cosa que dé, arreglará los contratos y mostrará a un testigo y entonces hará el depósito 19 Si un mercader da a un agente grano, lana, ac eite o mercaderías de cualquier clase para negociar con ellas, el agente pondrá abajo por escrito el valor y el dinero que devolverá al mercader. El agente reclamará un recibo sellado por el dinero que dio al merc ader. Si el 17 Georges Contenau, Everyday Life in Babylon and Assyria (London: Edward Arnold [Publishers] Ltd., 1954), pág. 86. 18 Robert F. Harper, The Code of Hammurabi, King of Babylon (Chicago:. University of Chicago Press, 1904), pág. 157. 19 Ibíd., pág. 122.

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agente es descuidado y no reclama un recibo por el dinero que ha dado al mercader, el dinero no ingresó para ser asentado en su cuenta 20 Sobre responsabilidad: El arquitecto que construye una casa que se derrumba matando al ocupante será condenado a muerte 21. Si un vendedor de licores permite en su es tablecimiento una orgía no haciendo nada por extinguirla, será condenado a muerte 22. Si el hijo de un hombre ha m uerto bajo el cuidado de una nodriza, y la nodriza ha sido sustituida por otra (nodriza) sin consentimient o del padre y de la madre, a esa nodriza se le cortarán los senos 23. Si un cirujano opera en una heri da con una lanceta de cobre y el paciente muere, o sobre el ojo de un gentilhombre que como consecuencia pierde su ojo, le serán cortadas sus manos 24. Nabucodonosor. Mil años después de la declinación siguiente al reinado de Hammurabi, Nabucodonosor subió al tr ono en el 604 a. de J.C. llevando a Babilonia a otra brillante época. Encontra mos ejemplos de control de producción y pagos incentivos de salario en las fábr icas textiles de este período. Por ejemplo, se usó del color como un medi o para controlar la entrada del hilo de lino a la fábrica cada sem ana. Así, el lino para esta semana podría ser marc ado con un marbete rojo, la siguiente, con uno azul y así sucesivamente, proporcionando al administrador, de esta m anera, un claro artificio de control para determinar cuanta materia prima para un lote particular había estado en la fábrica. El mismo tipo de sistema se usó en los graneros de Nabucodonosor. Cuando el grano era cosechado, se almacenaba en grandes jarras de barro marcándose el sello de cada ja rra con un color rojo. Cada año tenía su propio color, así que era evidente cuanto tiempo había estado el grano, de una jarra particular, almacenado. Y, finalmente, se pagaron salarios en forma de alimentos a las mujeres comprometidas en operaciones de hilado y tejido, dependiendo el monto de la producción individual de cada trabaj adora 25. Verdaderamente era un incentivo básico y altamente motivador. Hebreos Se ha dicho de los hebreos, que ningún ot ro pueblo en la historia tan pequeño en número y tan políticamente débil, con la posible excepción de los griegos, ha ejercido tan importante influencia en la civilización. 20 Ibíd., págs. 104-5. 21 E. A. Wallis Budge, Babylonian Life and History, 2.a ed. (London: Religious Tract Society, 1925), pág. 130. 22 Ibíd., pág. 126. 23 Ibíd., pág. 128. 24 Ibíd., pág. 218. 25 L. P. Alford, Laws of Management (New York: The Ronald Press Company, 1928), página 37.

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