by D Vinck · 2012 · Cited by 19 — Dentro del universo de los técnicos, la actividad productiva y la realización técnica, por lo menos en Francia, cuentan con menos peso que las ciencias en
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Universitas PhilosophicaISSN: 0120-5323uniphilo@javeriana.edu.coPontificia Universidad JaverianaColombiaVinck, DominiquePENSAR LA TÉCNICAUniversitas Philosophica, vol. 29, núm. 58, enero-junio, 2012, pp. 18-37Pontificia Universidad JaverianaBogotá, ColombiaDisponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=409534423002 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.orgSistema de Información CientíficaRed de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y PortugalProyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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UNIVERSITAS PHILOSOPHICA 58, AÑO 29: 17-37 enero-junio 2012, Bogotá, ColombiaPENSAR LA TÉCNICA DOMINIQUE VINCK1RESUMEN El artículo propone un recorrido por las formas de pensar la técnica y sus relaciones con las sociedades. Recuerda contribuciones de autores que nos han sido útiles en hallar las palabras para afrontar este tema: la técnica que impacta la sociedad, la técnica como realidad humana y como construcción social. También, hace énfasis en algunos de los desafíos que giran en torno al problema de pensar las articulaciones entre técnica y sociedad. Se pregunta por cómo hacer para no no pensar la técnica y la sociedad como dos objetos distintos, sino como una sola realidad.Palabras clave redes socio-técnicas, cultura Institut des Sciences Sociales, Université de Lausanne, Suisse. Artículo solicitado al autor y recientemente publicado en: FOREST , J. and FAUCHE UX, M. (eds.). (2012). New Elements of Technology , Collection Sciences humaines et technologie. Belfort-Montbéliard, France: UTBM. Pôle editorial multimédia: 113-129. (Trd. Cast: Francisco Sierra-G., de la versión original en francés y la traducción al inglés. Mantenemos el uso indistinto que el autor hace de los términos ‚técnica™ y ‚tecnología™ en el original francés). ARTÍC ULO SOLICITA DO: 31.08.11.

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UNIVERSITAS PHILOSOPHICA 58, AÑO 29: 17-37enero-junio 2012, Bogotá, ColombiaTHINKING ABOUT TECHNOLOGY DOMINIQUE VINCKABSTRACTThis paper proposes a journey through the ways of thinking about technology and its relationships to societies. It reminds to address this issue: technology and its impacts on society; technical and human reality as a social construction. Also it emphasizes some of challenges around the issue of thinking the very articulations between technology and society. It wonders about how to think of technology and society not as separate objects but as a single reality. Key words: philosophy of technology, technique, technology, sociotechnical networks, culture

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UNIVERSITAS PHILOSOPHICA 58, AÑO 29, ENERO-JUNIO 2012: 17-37Introducción NUESTRAS SOCIEDADES CONTEMPORÁNEAS ESTÁN DE TAL MODO IMPREGNADAS de tecnologías que se ha vuelto difícil pensar lo social, la economía, la política, la ética, sin tomar en cuenta este hecho en nuestras formas de analizar el mundo. Pensar la sociedad supone pensar la técnica y viceversa porque ambos objetos conceptuales, de hecho, no son en realidad sino uno solo. Pero, ¿cómo pensarlo?Antes de sugerir algunas orientaciones programáticas para pensar la técnica, empezaremos por recordar algunas de las contribuciones de algunos autores que nos han sido muy útiles en hallar las palabras para afrontar esta cuestión. También, haremos énfasis en algunos de los desafíos que giran en torno a este problema.PUEDE DECIRSE QUE PENSAR LA TÉCNICA ya es , en cierto sentido, marginal. No abundan escritos teóricos sobre el tema, a diferencia de lo que sucede con la naturaleza, la cultura, la ciencia y la sociedad. La tecnología se probablemente más numerosos que los investigadores que se inclinan por la naturaleza o por la sociedad, producen tecnología y explican sus objeto Šel acto o el hecho tecnológicoŠ del modo como lo hace un grupo respaldo de una multitud de autores que pudiera acompañarnos en nuestra aventura socio-técnica.La técnica es un objeto intelectualmente marginal, cuando probablemente es central en nuestras existencias individuales, incluso en nuestra humanidad y en nuestra sociedad. Carece de la nobleza que le corresponde a la naturaleza Šla técnica sería una versión degradada y degradante de la mismaŠ o que le pertenece a la cultura y a la ciencia Š que elevan al ser humano y lo distinguen de la naturaleza. La tecnología no sólo es marginal como objeto de pensamiento, sino que moralmente

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20DOMINIQUE VINCK UNIVERSITAS PHILOSOPHICA 58, AÑO 29, ENERO-JUNIO 2012: 17-37también parece muy poco valorada; aparenta estar en la parte baja de la escala de la dignidad humana mientras que, de manera simultánea, la En el mundo de los negocios, las carreras administrativas cuentan con más técnica por los antiguos empleadores y consideradas como subalternas de la gerencia empresarial. Dentro del universo de los técnicos, la actividad productiva y la realización técnica, por lo menos en Francia, cuentan con menos peso que las ciencias en general, las ciencias para el ingeniero y el trabajo de diseño. En el ámbito académico, se publican más fácilmente los nuevos conceptos tecnológicos que los conocimientos y el know-how tecnológico que permiten obtener un mayor provecho de estos nuevos la sociología y la historia de las técnicas.Desde la Antigüedad, la técnica está relacionada con el trabajo y con la industria, ellos mismos considerados de poco valor, cuando no como un castigo divino e indigno de hombres libres y educados, a diferencia del logos, las artes y los asuntos de la ciudad. Aristóteles considera el Arte como uno de los modelos de la acción humana (siendo el otro la sabiduría práctica o la praxis techné es una disposición adquirida mediante un ejercicio sostenido, el saber-hacer ( know-how) inherente a la acción disposición cuyo valor puede ser la utilidad o el goce que produce el objeto hecho, o el conocimiento al que el proceso permite acceder. La techné, en cuanto saber-hacer ( ciencia poiética ), es una etapa intermedia en la escala del conocimiento. Sin embargo, desde la Escuela de Alejandría, los diseño y construcción de objetos y autómatas, así como en el desarrollo nociones que hoy podrían ser descritas como nociones de programación, de transmisión, de regulación retroactiva y de automatización (Jacomy, 1990). Con Herón de Alejandría, principalmente, los fenómenos involucrados en la mecánica se convierten en objeto de ciencia, así fueran estos sólo útiles (ingeniería militar), o sólo espectaculares (curiosidad y representación teatral). A partir de allí, se deriva la formalización de un cuerpo de saberes que puede ser trasmitido, enriquecido y aplicado. En

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UNIVERSITAS PHILOSOPHICA 58, AÑO 29, ENERO-JUNIO 2012: 17-3721PENSAR LA TÉCNICA este sentido, esta tecnología se suma a la idea de técnica que se encuentra política, la justicia y la moral (Espinas, 1897). Sin embargo, a pesar de la magnitud del trabajo de generaciones de ingenieros militares y civiles, la tecnología sigue siendo un área infravalorada en todos los sistemas de desarrollan desde la Antigüedad. Con Karl Marx, se recupera un pensamiento crítico de aquello en que ha venido a parar la técnica. Según Marx, la técnica es una forma de apropiación de la naturaleza por el hombre, una relación instrumental, cuya evolución marca la dirección de la historia de la humanidad. En el capítulo sobre el maquinismo (Marx, [1867] 1985), Marx rastrea con herramienta es, para Marx, el punto de partida de la revolución industrial por la liberación de la técnica que se opera frente al cuerpo humano; el número de herramientas que puede ser operado simultáneamente ya no está más limitado por la anatomía humana. De inmediato, el papel del ser humano pasa a ser el de aquel que da inicio al movimiento de la máquina, mecanicistas que no ven en la máquina sino una herramienta compuesta, porque les falta el componente social, a saber, la transformación de las formas de división y de cooperación laboral en las que se funda el maquinismo. La transformación de la organización del trabajo condujo a la instauración de una cooperación entre máquinas que operan conjuntamente y forman un gigantesco autómata, cuyo modo de empleo capitalista lo transforma en un autócrata. Dadas las interdependencias que se establecen entre las empresas y entre los sectores industriales y agrícolas, toda la sociedad tiende a conformarse como sistema, un sistema de explotación de la naturaleza y de la fuerza de trabajo de los obreros. El obrero disciplinado comparado con la grandeza y el poder de las ciencias de la máquina y sus logros. Con la máquina, el trabajo manual pierde su interés, mientras que el trabajo intelectual de diseño y optimización del aparato es lo mejor. La técnica está sujeta a una crítica más radical por parte de Martin Heidegger quien la considera como un fenómeno mucho más general que

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UNIVERSITAS PHILOSOPHICA 58, AÑO 29, ENERO-JUNIO 2012: 17-3723PENSAR LA TÉCNICA técnico sólo depende de sí mismo, movido por la necesidad de buscar y impulsado por la búsqueda de objetivos establecidos por la sociedad o por sus miembros, termina por hacerse autónomo e impone la búsqueda desarrollo. La técnica se caracteriza por su autonomía, su universalidad misma. El sistema se impone a la sociedad que debe adaptarse a éste. La sociedad y los seres humanos se hallan tan estrechamente imbricados en este sistema que los condiciona. Ya no pueden ser pensados como cosas separadas de la técnica. El sistema técnico se ha convertido en un proceso sin sujeto, de naturaleza totalitaria. Invade y domina la humanidad a tal punto que reduce la diversidad (Marcuse, 1968). Su desarrollo se desboca y llega a amenazar la existencia de los seres humanos y de la sociedad. Esta dinámica del sistema técnico halla también soporte en la producción discursiva que lo acompaña, un discurso oscurantista, cándidamente bluff tecnológico (Ellul, 1988), que anuncia la resolución de todos los problemas del mundo (hambre, salud, cambio climático, crecimiento económico, seguridad, desarrollo individual, inteligencia colectiva, supervivencia y mejora de la especie humana). El sistema técnico genera así, a su alrededor, un clima favorable para su desarrollo. Incluso las reacciones de rechazo de la sociedad hacia técnicas monstruosas, sobrehumanas e inhumanas (las manipulaciones genéticas, el gran hermano, la invasión de nanorobots ) son inducidas de escándalo), contribuyen a su desarrollo y nos preparan para los cambios que llegan. Así, mientras que la sociedad se asusta con estas los ciudadanos generan la ilusión de que están realizando una vigilancia técnico efectivo no es ni inspeccionado ni evaluado de cerca. Cuando se introducen nuevas tecnologías concretas (discretas o amistosas), son el sistema técnico de ninguna manera lo hacen menos ambivalente, es decir, que a toda contribución positiva le corresponde también su cuota de efectos negativos.

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24DOMINIQUE VINCK UNIVERSITAS PHILOSOPHICA 58, AÑO 29, ENERO-JUNIO 2012: 17-37La técnica, constitutiva de la realidad humana OTROS AUTORES DESARROLLAN, POR EL CONTRARIO, UN PENSAMIENTO positivo de la técnica. Las técnicas serían consubstanciales a la humanidad, incluso, constitutivas de ella. Es el caso de autores que se interesan por las condiciones en que aparece el ser humano y nos llevan a pensar de manera conjunta al ser humano y sus actividades, especialmente las técnicas. La presencia de herramientas se considera también como un criterio de humanidad mientras que las grandes culturas se caracterizan por su sistema técnico. Lo humano, el Homo faber de Henri Bergson (1907) es capaz de utilizar herramientas y, al mismo tiempo, su aparición (el proceso de hominización) es el producto del recurso y del desarrollo de técnicas. Esta antropogénesis es pensada por Paul Alsberg ([1922] 1970) como un por un distanciamiento entre el cuerpo y el entorno gracias al desarrollo espontáneo pero razonado de herramientas. Esta concepción de la técnica se distingue del enfoque de André Leroi-Gourhan para quien la técnica es una proyección corporal ; las herramientas son una prolongación del cuerpo humano, un miembro extendido. Para Alsberg, las herramientas anulan el cuerpo humano (Sloterdijk, 2000). En vista de esta diferencia de enfoque, François Sigaut (2007) distingue dos categorías de herramientas: las herramientas auxiliares que extienden la mano y de las que podemos prescindir, y las herramientas necesarias que no actúan de la manera como la mano del ser humano lo haría.En otro registro, pero un poco dentro del mismo espíritu, Lewis Mumford (1950) percibe una co-evolución global de la técnica y de la sociedad. La técnica prolonga y refuerza el desarrollo de la sociedad, incluida su dimensión política. La técnica se ha desarrollado gracias al lenguaje y a las capacidades de simbolización del ser humano. Para Mumford, el lenguaje es la primera de las tecnologías. Gracias a ella, el ser humano ha podido desarrollar herramientas diversas y luego nuevas formas de organización social que le han permitido obtener un superávit de bienes (para el sostenimiento de un clero y una burocracia) y administrar un gran número de seres humanos. La máquina es la materialización de esta mega-máquina política aparecida en la época de las pirámides de volvieron mecánicos antes de haber puesto a punto máquinas complicadas para expresar sus nuevas tendencias y su nuevo interés; antes de que éstas

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UNIVERSITAS PHILOSOPHICA 58, AÑO 29, ENERO-JUNIO 2012: 17-3725PENSAR LA TÉCNICA Los historiadores de las técnicas, como Bertrand Gille (1978) buscan, igualmente, desplegar un pensamiento social cuyos desarrollos concuerden más o menos con los de los sistemas técnicos correspondientes. Gille se concentra en los períodos de transición y constata que una técnica aislada no existe sino que, por el contrario, depende de un conjunto de otras técnicas ; y sugiere que se considere la historia como una sucesión de sistemas técnicos pueda observar sinergias. El análisis describe los conjuntos técnicos que se involucran entre sí (por ejemplo, el conjunto técnico para la fabricación de hierro fundido supone el conjunto técnico para la extracción del mineral). Estos elementos y conjuntos se los hace coherentes e integrados, de lo contrario, el sistema sufrirá distorsiones y problemas. Las adaptaciones son a menudo necesarias para asegurar esta coherencia. Los desarrollos del sistema técnico conducen a transformaciones del sistema social y viceversa, aunque, según el autor, el sistema técnico siempre toma la delantera frente a otros sistemas (jurídico, político y económico). Sin embargo, la expansión del sistema técnico se tropieza con ciertas limitaciones de costo, de recursos o de diferenciación y adaptación. Las fallas de coherencia pueden inducir el progreso si el sistema es capaz de integrar otras estructuras técnicas compatibles. Con todo, el sistema técnico siempre está limitado desde el exterior por otros sistemas (sociales y políticos) con los que debe ser sistema técnico (lo que puede resultar en su desaparición). La decadencia de una sociedad (como la Grecia antigua) puede, en esta forma, bloquearse y conducir a una revolución técnica que corresponda a una transición Como Mumford, Gille considera que no existe un sistema técnico único que se mueva por una lógica intrínseca, que se imponga a la humanidad y que pueda hacernos volver a un planteamiento metafísico general como el de la conminación general de la naturaleza concebido por Heidegger. Por el contrario, la historia está marcada por rupturas y revoluciones, así como por fases de adaptación del sistema y de búsqueda de consistencia con los otros sistemas de la sociedad. De alguna manera, Gille considera la técnica, en

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26DOMINIQUE VINCK UNIVERSITAS PHILOSOPHICA 58, AÑO 29, ENERO-JUNIO 2012: 17-37Berger 2 en la presentación que de él hace Gilbert Simondon. Berger habla otras esferas de la realidad como la social. Estas diversas esferas formarían entonces un sistema compuesto de muchas partes en interacción, lo que autoriza a pensar la técnica en sí misma y, además, en relación con el resto del sistema.Simondon (1958) mismo no plantea, de ninguna manera, el problema en estos términos. Por el contrario, para él, el sistema no contiene, inicialmente, ninguna realidad individual. Las individualidades, en particular las técnicas, son la culminación de un proceso, de una génesis, ligada a los problemas internos del sistema y a su reorganización con miras a una resolución de las incompatibilidades en nuestro pensamiento del mundo y de la humanidad. Como lo demuestra Xavier Guchet (2010), en también porque conserva, en su estructura y en su dinámica técnica interna algo de la naturaleza humana, a saber, ciertos patrones de funcionamiento análogos al dinamismo humano. A este título, la técnica hace parte del mundo humano. Lo humano no es en sí mismo pensado como un dominio empírico separado sino como un proceso creador mediante el cual objetiva su relación con el mundo. Esta objetivación es, además, múltiple; siendo la técnica tan sólo una forma como lo son las religiones, las lenguas, las artes y las ciencias. Aunque la técnica no fuese un hecho solamente de lo humano, puesto que los animales son capaces de actividad técnica y, a la vez, del uso o como empuje creador. El estudio de este orden operatorio se declina principalmente en términos de tecnología y sociología. La tecnología se centra en los procesos por los que se formaliza la relación de humano con el mundo en sistemas coordinados de operaciones. La sociología se focaliza en los procesos por los que se crea un modo de presencia más complejo que el del ser individual solo. La sociología debe también, en este sentido, integrar la tecnología como el estudio de los sistemas coordinados de operaciones. La técnica es, así, según Simondon, un operador de la articulación de lo vital y de lo social que se abre al análisis de las técnicas del cuerpo (como lo 2 Alocución publicada en el Bulletin de la Societé française de philosophie , t. LII, 1960,

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